Amor e historia

0
531

Por el presente transmitimos un sabroso análisis realizado por el abogado, ex parlamentario y diplomático Miguel Ángel Rodriguez Mc Kay acerca de la influencia del amor en la historia del mundo, por decisiones trascendentes realizadas basadas en dicho sentimiento y que influyeron en sus naciones o el mundo, el ejercicio de poder debería estar exento de dicho impulso, pero siendo humano es imperfecto y lleva a errores.

Carlos V, emperador de Alemania o Carlos I de España contrajo matrimonio con Isabel de Portugal, pero el fallecimiento de su esposa sumió al monarca en una depresión total que acabó con su vida y poder, una historia de amor que superó a la de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla.

Eduardo VIII Rey de Inglaterra se enamoró perdidamente de la dama estadounidense Wallis Simpson, habiendo recibido la corona a la muerte de su padre Jorge V en 1936; la dama era divorciada y de acuerdo con los rígidos protocolos vigentes se encontraba imposibilitado de casarse con ella, pero prefirió privilegiar su legítimo destino personal abdicando al trono, de este modo sacudió a la histórica y tradicional nobleza londinense, que dicho sea de paso hoy luce muy desgastada justamente en nobleza.

Cinco siglos antes su antepasado Enrique VIII desligó a su nación de la Iglesia Católica debido a que el Papa Clemente VII no le concedió el divorcio de su esposa Catalina de Aragón, que era la hija menor de los Reyes Católicos siendo su anhelo ferviente casarse con Ana Bolena, su amor por ella lo llevó a dichos extremos y resultó fundando la Iglesia Anglicana que sigue dominando a su nación; aunque superada su pasión no dudó en hacerla ejecutar.

Al concluir la segunda guerra mundial un 14 de agosto de 1945, un marino americano dio un efusivo beso a la enfermera austríaca Greta Friedman, la tomó por la cintura frente al Times Square Garden en Nueva York al enterarse que la guerra más mortífera de todos los tiempos había concluido; el fotógrafo Alfred Eisenstaed captó el momento y la toma pasó a la posteridad como un tributo de la juventud a la paz, un largo anhelo de la humanidad; si bien dicho beso no fue netamente de amor pues ambos jóvenes no se conocían, era una expresión de alegría espontánea que retrataba a toda la humanidad ese día.

En nuestra política la relaciones amorosas han influido también, recordemos que tanto Ollanta Humala como Alejandro Toledo permitieron a sus esposas intervenir en sus decisiones, con resultados nefastos para ambos, años antes Fernando Belaúnde Terry había terminado su relación matrimonial y el día que fue sacado a empellones de Palacio de Gobierno le acompañaba Violeta Correa, la cual posteriormente sería la brillante Primera Dama de la nación en su segundo gobierno.

El amor es la fuerza que hace girar al mundo lo expresó en una canción Paul Anka, y las decisiones de quienes manejan los poderes pueden confirmarlo en muchas oportunidades.