El Parlamento israelí, a través del Comité de Seguridad Nacional de la Knéset, aprobó una nueva extensión del estado de emergencia penitenciaria en todo el país, medida que se mantendrá vigente hasta enero de 2026. Esta disposición permite al sistema carcelario operar bajo condiciones excepcionales, donde más de 22.000 presos se encuentran en situación de hacinamiento y sin acceso adecuado a camas o espacios dignos, según un comunicado oficial del portavoz de la Knéset, Yekutiel Tzafri.
La abogada Anne Sucio, representante de la Oficina del Defensor Público, denunció que los detenidos viven “en condiciones inhumanas” que atentan contra su salud mental y física. De los más de 22.000 reclusos, 9.272 son considerados presos de seguridad, incluidos más de 6.000 palestinos arrestados desde el 7 de octubre de 2023. Según Sucio, la prolongación del estado de emergencia “disminuye las posibilidades de rehabilitación” y refleja la falta de un plan estructural para mejorar el sistema penitenciario israelí.
El diputado Zvika Fogel, del partido de extrema derecha Poder Judío y presidente del Comité de Seguridad Nacional, respaldó la decisión argumentando que las medidas son necesarias ante la situación actual. Sin embargo, su postura, junto con la del ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir, ha generado críticas por su dureza.
Fuente: Agencia EFE
