El Ministerio de Educación actualizó los criterios para identificar el acoso escolar y precisó que los niños de 9 y 10 años no pueden ser considerados agresores, pues a esa edad aún están aprendiendo a regular emociones e impulsos. La nueva normativa diferencia entre conflicto propio de la convivencia escolar y violencia, que implica intención de dañar y una relación de poder.
Especialistas señalan que para catalogar un caso como bullying deben concurrir agresor, víctima y espectadores, además de agresiones repetitivas en el tiempo. Desde esta perspectiva, los niños menores de 11 años pueden generar conflictos, pero no actos de violencia escolar sostenida.
El coordinador de Bienestar y Tutoría de Innova Schools, Víctor Vásquez, explicó que la violencia escolar suele tener origen en factores familiares, como estilos de crianza permisivos o autoritarios que refuerzan conductas agresivas. Estos patrones, sumados al contexto social, influyen directamente en el comportamiento de los estudiantes.
Fuente: La Gran Sala de Noticias


