Con la autorización del inicio de actividades de explotación del proyecto Tía María, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) dio una señal concreta de impulso a la inversión privada minera. Así lo afirmó Raúl Jacobs, vicepresidente de Finanzas y CFO de Southern Perú Copper Corporation, quien sostuvo que la decisión “marca un antes y un después” en la ejecución del megaproyecto cuprífero ubicado en Islay, Arequipa.
“Esta autorización nos permite iniciar las labores mineras, y era lo que se tenía que aprobar para empezar con el trabajo de desbroce de mina La Tapada (tajo que forma parte del complejo minero Tía María)”, explicó Jacob en entrevista con Gestión.
El ejecutivo confirmó que la empresa invertirá un total de US$ 1,802 millones, de los cuales US$ 200 millones se ejecutarán este año y más de US$ 900 millones durante 2026. La meta es culminar la etapa de construcción hacia la segunda mitad de 2027, cuando iniciarán las pruebas operativas y el proceso de ramp up hasta alcanzar la capacidad de 120,000 toneladas de cobre al año.
INVERSIÓN Y EXPECTATIVAS EN UN CONTEXTO PREELECTORAL
Jacobs resaltó que la decisión del Gobierno de transición liderado por José Jerí demuestra una postura proinversión y de continuidad institucional, en un momento en que el país se prepara para un nuevo proceso electoral. “El Gobierno nos manifestó su interés en que Tía María siga avanzando, y esta decisión confirma que ese compromiso era sincero. Es una señal clara de confianza hacia la inversión privada responsable”, señaló.
El ejecutivo enfatizó que Southern Perú mantiene una visión de largo plazo en el país y que la autorización se interpreta como un mensaje de estabilidad hacia el mercado y los inversionistas internacionales, en especial frente a las tensiones políticas de los últimos meses.
“La minería formal genera empleo de calidad, infraestructura y exportaciones de alto nivel. La clave está en seguir trabajando con cualquier gobierno elegido, porque el desarrollo del país requiere continuidad y previsibilidad”, añadió.
IMPACTO REGIONAL Y SOSTENIBILIDAD SOCIAL
Jacobs destacó que la empresa continúa fortaleciendo su relación con la población de Islay y que existe mayor comprensión sobre los beneficios del proyecto. Según explicó, el modelo de Southern Perú busca replicar el impacto positivo alcanzado en Toquepala (Tacna) y Cuajone (Moquegua), donde la minería ha elevado los indicadores de desarrollo humano.
“Vemos un gran interés de la población por participar y beneficiarse del proyecto. Nuestra experiencia demuestra que donde opera la minería formal, la calidad de vida mejora significativamente”, afirmó.
MIRADA A LARGO PLAZO
Además de Tía María, Southern Perú continúa impulsando los proyectos Los Chancas (Apurímac) y Michiquillay (Cajamarca), ambos estratégicos para la expansión del portafolio cuprífero nacional. Jacobs adelantó que los avances serán detallados en el próximo reporte trimestral de la compañía.
“Seguiremos apostando por el Perú, un país con enorme potencial geológico y una industria minera que, cuando opera con reglas claras, es motor de desarrollo y estabilidad”, finalizó el ejecutivo.
Fuente: La Gran Sala de Noticias / Rumbo Minero


